Cavitación... donde el ejercicio y la dieta no triunfan

Eliminar la grasa acumulada a veces resulta imposible en algunas zonas del cuerpo, debido a que ni el ejercicio físico ni la dieta equilibrada consiguen el resultado deseado.

Ante este panorama existe la Cavitación, la cual consiste en la formación de microburbujas de vapor de vacío que posteriormente implosionarán eliminando los depósitos de grasa.

Al destruir las células adiposas, la grasa se convierte en líquido y es eliminada a través del sistema linfático o por medio de la orina.

Sin embargo es necesario hacer la aclaración, la Cavitación no es un tratamiento para bajar de peso, sino para moldear el cuerpo. La grasa eliminada no vuelve, pero al ser un “borrón y cuenta nueva”, depende mucho de una rutina de ejercicios y de una dieta balanceada para no volver a formar grasa de forma inmediata y tener resultados más duraderos.

Si te preguntas cómo se realiza el proceso de la Cavitación te lo decimos

La cavitación es realizada al hacer uso de un equipo que es colocado en las zonas a tratar, se emiten ondas ultrasónicas para hacer vibrar la capa de células grasas focalizadas debajo de la superficie de la piel. La presión eventualmente hace que las células de grasa se licúen y liberen sus contenidos en el torrente sanguíneo.

La potencia a usar depende mucho de la constitución corporal de cada paciente y de la sesión en la que se encuentre, ya que atender una zona con mucha grasa que poca y en dónde se encuentra localizada.

El Drenaje Linfático es recomendable para eliminar las grasas resultantes de la Cavitación, así como las toxinas acumuladas en el cuerpo. Consiste en masajes precisos, suaves, superficiales y rítmicos, que activan y mejoran la circulación linfática por sus trayectos naturales dirigidos siempre hacia los principales ganglios linfáticos.

Los resultados de combinar ambos tratamientos son piel apretada, reducción en la celulitis y un contorno de cuerpo más definido. ¿Te interesa?

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